Ese es el título del tema que ha sido objeto de toda atención el fin de semana. Después del rodaje del corto viene la banda sonora, y parte de ella es esta canción compuesta por J.María Martínez (Chema), y arreglado por
Duque Job en la cual tengo el honor de haber grabado la batería. Todo esto ocurrió este fin de semana en el que también aprovechamos para grabar algunas tomas de lo que puede llegar a ser el próximo video-clip de los "
Duques". Luego, en la noche del sábado, en la
FMM, y con Rubén a los mandos (fantástico trabajo), grabamos "
Querida amiga" (ahora que lo pienso, no estoy seguro de que sea el título definitivo). Para mi y para Chema era la primera experiencia en estudio, y la verdad es que resulta duro, pero quedamos bastante satisfechos. Los Duques ya son unos profesionales en estas lides (ellos grabaron una guitarra y el bajo). Por cierto, que esperamos con ansia su nuevo disco (en su web tenéis algún adelanto). Poco más que decir; fue un placer tener con nosotros estos dias en Asturias a Chema, Juanma, Javi, Abraham, Héctor y Lorena. Esperamos veros pronto por Madrid. Por mi parte vuelvo a la carga con nuevos posts.
El próximo jueves 23 de Diciembre, a partir de las 12 horas de la noche, tendrá lugar en el local de la Fundación de Música Moderna de Avilés, un encuentro con el Blues a modo de Jam Session. Todo aquel al que le apetezca pasarse a escuchar un poco de música en directo y tomarse algo con nosotros será bienvenido. El local de la Fundación está en Maspalomas (C/José Cueto). En su WEB, a la cual podéis enlazar desde ésta, tenéis información sobre como llegar. Nos vemos el Jueves.
Comienza el concierto con un par de temas interpretados por Joseph Calderazzo al piano. Él solo. En un continuo "crescendo" rompe los compases continuamente con progresiones de blues, pasando por ritmos latinos o con las más frenéticas escalas de Jazz. Unos minutos más tarde se completa el cuarteto sobre el escenario, y comienza el verdadero espectáculo. El Jazz más trepidante dejó a alguno (a mí concretamente) más desestructurado que la tortilla de Ferrán Adriá ( los huevos por un lado, la patatina por otro...). En pocos segundos todos estábamos perfectamente conectados con el espectáculo, pasando de tormentas de puro virtuosismo al desarrollo de lentas melodías. Por la parte que me toca, diré que me sorprendió tremendamente el baterista, Jeffrey Lynn Watts, que lejos del derroche de extrema virtuosidad exhibido por bateristas más próximos al número circense que al servicio de la banda, ocupó su lugar en el escenario con desarrollos típicos del Jazz más clásico, pero con guiños muy personales y un toque de clase, principalmente escobillas en mano, de los que ya se ven poco. Todo un señor del Jazz. Marsalis magnífico, al igual que Calderazzo y Revis, el bajista: de otro planeta. Como siempre, salgo del teatro desconcertado, con el mismo dilema de siempre: ¿Que hago?, ¿quemo la batería o le saco brillo?.-
En esta ocasión quiero aprovechar este espacio para presentaros a